martes, 23 de noviembre de 2010

PEÑAS ORGASMO



¿Qué tal? ¿Han oído hablar de las peñas orgasmo?
Estos eventos están organizados por el Colectivo La Doméstica y tienen como fin juntar recursos para el montaje de la obra teatral DIPIRONA, escrita por Beatriz López. Esta obra habla particularmente del sistema de salud pública y de cómo vienen a dar a luz las parturientas en los hospitales de esa calaña.





Nuestra motivación es hacer posible el montaje de la obra y así dar que hablar acerca de este importantísimo tema.

Pero como no todo es crítica y hay que pasarlo bien:









Hemos invitado a diferentes grupos, los que sin mediar ningún peso, han accedido a colaborar con nuestra noble intención, y por amor al arte, estos estupendos músicos nos han apoyado con sus puestas en escena: Naturaleza Rebelde, Onda Sonora, Inmanencia, La Yamboneta. Aquí va nuestro reconocimiento hacia ellos:














Gracias especiales a La Yamboneta, de quienes ya tendremos vídeo clip.

Gracias a todos quienes ha cooperado con nuestra causa, esperamos que sigan haciéndolo hasta el estreno de DIPIRONA.

miércoles, 25 de agosto de 2010

KINELOCURA II

kinelocura y más
He aquí otra de mis jugadas para la Revista de Umenidades


a las finales estamos todos locos
  
Por Profesor Zoronka

Cuando conocí el documental San Clemente, una película de Raymond Depardon y Sophie Ristelheuber que transcurre en un recinto siquiátrico de Italia y que sigue la historia de una agrupación de familiares que se organizan para el mejor trato de sus pacientes, tuve que escribir un trabajo para una asignatura de la universidad. Esto coincidió con las primeras experiencias de Juan y Rai en la UME. En dicho trabajo advertía en el texto –y subrayaba– nuestra vasta estupidez humana, nuestra tendencia a la destrucción del planeta para que unos cuantos se llenen los bolsillos de esa abstracción estúpida llamada dinero, de nuestro avance tecnológico para destruir lo que nos ha dado la Tierra, de nuestra ingenua y malévola idea de justicia (la justicia del poderoso), y en fin, de la plaga que somos; todo ello apuntando a señalar que las condiciones de vida en que viven los pacientes de los hospitales mentales son pobrísimas e indignas, sea en Italia o en Chuchunco, a indicar que si tratamos en cárceles como a criminales a personas que sólo son distintas me parecía una genialidad más de nuestra raza humana racista y con tendencia a la homogenización. El trabajo que escribí se llamaba ¿Sanatorio social? Si pueden, queridos lectores, consigan o bajen la película, a mí me cambió la perspectiva respecto al tema de la salud mental.

Pensaba que en la UME me iba a encontrar algo similar a lo de San Clemente, donde algunos pacientes son verdaderos personajes del teatro del absurdo, pero no fue así. Recalcaré que las personas que descubrí ahí son normales a mi criterio, con esa pizca de cuática que tienen todas las personas. Fumadores empedernidos como todos los de afuera, contando excepciones. Con los mismos problemas existenciales, como quien enloquece cuando pierde la pega y se queda sin paga, como quien espera recibir su pensión estatal de 75 lucas, esperando vivir con eso una quimera.
Pero ¿quién vive con 75 lucas? ¿Un funcionario de la burocracia estatal en paro? ¿Un político? ¿Un profesor, un funcionario de la salud pública? O mejor aún: ¿un gran empresario? ¿Alguien que tiene pacto con el diablo? ¿Un sumo pontífice? Jesús mismo no podría hacer milagros con ese turrito de billetes. Una pensionada por discapacidad tiene que vivir con eso, una abuelita montepiada. ¿A quién le paga la cuenta Chilquinta por los recursos que ocupa para generar su electricidad? (Agua y carbón) ¿A quién le paga la cuenta del agua sin procesar ESVAL? ¿A Dios? ¿Al Estado? Meeee. ¿No ven que es pa largo la lista de locuras? Pero sólo algunos pasan y pasan los días en el Salvador. ¿Se imaginan si tuviéramos un Salvador para nuestra sociedad? ¿Qué patología nos diagnosticaría?

Quiero terminar esta amarga editorial con dulzura, manifestando que echamos de menos en el taller a distinguid@s colaborador@s que han sido dados de alta o trasladados: Paty Campos, Carlos, Isabel Pena, salud para vosotros. Y a nuestros actuales colaboradores, les decimos que trabajemos más para que nuestra revista sea un hito que nos demuestre que algo de loco hay en cada uno, que hay que aprovecharlo. Aquí estamos todos locos. Salud por eso, justamente, hermanos.


En Revista de UMEnidades nº 5 El Nublao



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martes, 10 de agosto de 2010

KINELOCURA





kinelocura













Los locos en el cine documental hace rato que vienen causando el interés de muchos realizadores. En el artículo anterior mencioné San Clemente, hoy voy a hablar de un pequeñito documental chileno realizado por Pedro Chaskel en el año 69 del siglo pasado: Testimonio se llama, dura alrededor de 7 minutos. A cargo de la cámara estuvo Héctor Ríos, el director de fotografía de El chacal de Nahueltoro, y en la voz en off podemos escuchar a un idealista Héctor Noguera, quien en esos años se proyectaba como un actor conciente. La pieza documental muestra la miserable calidad de vida de los internos del hospital siquiátrico de Iquique de esos añazos. Realmente miserable. El blanco y negro de la imagen hace todo más tétricamente indigno: rejas, candados, vidrios quebrados, escombros, sitio eriazo, polvo minero nortino desértico, sol que sobrexpone la película y que encandila y quema la piel, un solo baño para las 23 internas, un solo baño para los 29 internos, el personal debe hacer sus necesidades en los mismos servicios antihigiénicos, 19 celdas individuales, caras nortinas de muerte en vida, caras de aburrimiento total de la existencia. En realidad, las imágenes dicen lo que decimos como cliché: más que mil palabras. Y para no ser egoísta, mejor les sugiero que lo vean en youtube. Ahí podrán darse cuenta, además de las pésimas condiciones de vida de aquellas personas que ya pasaron a la historia, de que el cine chileno de aquella época tenía unas intenciones súper grandes de denunciar cosas como estas como una forma de remecer la buena conciencia de los ciudadanos. Esa debiera seguir siendo la principal premisa del cine documental siempre, ya que es el tipo de cine que tiene la valentía de acercarse a estos lugares y hechos, de registrarlos y ponerlos en la paleta de temas que debiéramos considerar importantes de solucionar. Temas que la clase política evita tratar, asuntos humanitarios de suma urgencia que pasan inadvertidos ante los ojos de la destartalada conciencia de nuestro aturdido pueblo, hechos amparados por un Estado al que le conviene absolutamente la pasividad de sus tributarios. Nadie tiene derecho a pataleo, mucho menos los infelices que tienen que estar encerrados en estas miserias. El documental patalea, el cine pobre que se preocupa por esos detalles que yacen ocultos bajo los carteles destruidos de las caras de los candidatos. Mejor los dejo con el texto final de la película, qué poema más bello:
Estos hombres no votan / no son de ningún partido político / no pagan impuestos / no hacen el servicio militar / no escriben cartas a los diarios / no defienden a la patria / no rezan / no sirven a ningún patrón / y además / no tienen dinero.















Este es un artículo que hemos incluido en La Exótica Revista de UMEnidades nº6 del Taller de escritura y lectura creativa de la Unidad de Mediana Estadía del Hospital Siquiátrico del Salvador (Valparaíso), donde me desempeño como facilitador bajo el mote de Profesor Zoronka.



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domingo, 25 de julio de 2010

Fóchëm / Hijito






Hace poquito más de 2 años que nació Neyén, nuestro hijito que Beatriz hizo en su vientrecito.
Es nuestro máximo orgullo y felicidad y, como podrán imaginarse, su llegada me dio mucho qué pensar. Creo que las mejores cosas que pude regalarle son obras, porque como dicen por ahí los sabios "obras son amores". Les presento entonces 2 obritas (un cortito y un poema) que nacieron para celebrar el alumbramiento de nuestro Neyén, que en lengua de la tierra significa "Respiro".

Ojalá les guste.

Sinópsis:

En el hospital Carlos Van Büren de Valparaíso, en el mes de junio de 2008, nace Neyén, hijo de Beatriz y Daniel. Este pequeño documental pretende expresar la poética y vital experiencia de ser padres, enfocando el nacimiento del niño y los primeros momentos con la madre. Un testimonio de vida que se erige sobre el sentimiento y la certeza de que sus vidas se modificarán para siempre.

Realización: Pablo Morales, Beatriz López y Daniel Tapia.

Y ahora el poema


Moneda de la suerte

¿Cara o sello?
DEDICATORIA:
bea y neyén
no me cabe el aire
en el pecho lampiño
de tanta dicha

CARA:

barrio independencia en santiago, barrio cementerio, tanatología,
subterráneo:
un hijo (abuelo ya) se niega a reconocer el cadáver de su madre:
su hija y su nieto realizan el trámite:

la cara calcinada de la bisabuela
la cara deshidratada de la bisabuela
la cara jibarizada de la bisabuela
la dentadura intacta de la bisabuela
la fosa nasal latinoamericana
dibujada como un croquis a carbón
nunca se borrará de la memoria del bisnieto

como esa noche en que en medio del sueño
la misma cara de la muerte de la bisabuela atravesó la muerte y el sueño
hasta presentársele ante los ojos concientes de la oscuridad
del bisnieto. una calavera de película pirata de akira kurosawa
en blanco y negro
(trono de sangre)
muy parecida al sueño del bisnieto también en blanco y negro:
bosque tupido y oscuro
una cabaña con una terraza sucia
se asoma una anciana cualquiera
el ego pregunta:
¿mama, usted por qué está aquí si
usted está muerta?
la anciana cualquiera responde:
papito, en los sueños no hay nadie muerto

entonces, la cara negra de placenta de un recién nacido

SELLO:

hospital van büren, plan valparaíso, sala de parto, neonatología
segundo piso
el papi con delantal celeste
espera afuera de la sala para entrar al alumbramiento
de su pequeñito respiro de vida
de su círculo vital necesario y propio

ha estado por doce horas dando paseos
como un leo celoso, con el estómago crispado
su amora, lamentablemente, no parirá con placer
ya que en nuestra conciencia de sociedad occidental

no se considera que el órgano sexual
de la mujer es realmente el útero
los sabios antiquísimos matriarcados
no jugaron nunca a la guerra

en el oleaje uterino hay un superviviente
luchará contra el dolor del trauma y existirá en la realidad atmosférica
neyén (respiro en mapudungún)
y su papi no puede más que observar
con la jeta hasta el piso
cómo su guagüito otorga su vagido
a nuestro aliento entrecortado:

lo impactante es que el pequeño
respira
sonríe a los asistentes
abre sus ojitos chinos
mira a mami y a papi
y no vuelve a llorar
hasta que lo toman para llevarlo
con los especialistas en neonatología

(la moneda ha caído al alcantarillado
y todos quieren verlo
como un signo
de que el dinero es caca)

el bisnieto-papá está orgulloso de su amora
por resistir el parto normal sin siquiera transmitirle su dolor
el bisnieto-pater está orgulloso de su neyencito
el bisnieto-papi agradece el amor de la familia
y la amabilidad de los desconocidos
el papacito cesante repudia la gestión del gobierno
en lo que a salud pública se refiere
el papito estudiante critica la gestión del gobierno, de los parlamentarios
de todos sectores
en cuanto a educación pública se refiere
el papaíto piernas cortas se queda corto de retórica
a la hora de criticar todo lo nocivo que hacemos
y sin embargo el patudo papá está extrañamente feliz


sábado, 24 de julio de 2010

SISMO DE 8.8 GRADOS DEJA A LA VISTA VALPORE



Hola nuevamente, ahora les dejo una presentación que escribí para la novela VALPORE de Cristóbal Gaete. Esta fue leída en el marco del Segundo Seminario de Literatura Chilena Contemporánea, que se llevó a cabo en junio de 2010.


Valpore

Cristóbal Gaete

Editorial Emergencia Narrativa

75 pags





Sismo de 8.8 grados deja a la vista Valpore

El lanzamiento al público de la novela Valpore fue aplazado debido al sorpresivo movimiento de la Tierra en estas latitudes. Eso para mí fue un signo. La actividad se realizó finalmente el 25 de marzo de este año en la Piedra Feliz, coronado por unos temas de Los Monos Brutos, un grupo que la mayoría de las veces ahuyenta al público con su puesta en escena y sus canciones estridentes. Pero el libro estuvo listo antes del terremoto y Cristóbal ya me había regalado una copia. Para ese 25 de marzo yo fui a La Piedra con el libro leído. Después que vimos a Los Monos, nos fuimos a la casa del Antonio a tomar algo. Entre tantas personas que había no pude decirle a Gaete lo que me había pasado con su novela. Cuando me regaló el libro pude leerlo con entusiasmo. Cristóbal hacía tiempo ya que me lo había enviado por mail, pero leer en esa pantalla del computador es tortuoso luego de un rato. Siempre preferiré el libro. Por eso es importante publicar, una preocupación constante de este autor.

Es difícil leer con objetivad cero lo que escriben tus amigos, y eso debe ser un punto importante a considerar en las palabras que se vienen. Ustedes saben cómo es eso, hay que hacerlo con cuidado y sin fanatismo por el amigo. Nunca antes he presentado al público un libro recién parido, y eso es otro punto importante a tomar en cuenta. Intentaré contarles lo que me hizo pensar Valpore, que a pesar del terremoto maremoto que nos estremeció el 27 de febrero, no se derrumbó como la mitad del Almendral y que por el contrario vio la luz y emergió como una posibilidad desde donde mirar Valparaíso.

I: La fauna litoral.

La primera vez que leí algo de Valpore, fue cuando lo vi en Ciudad Invisible como ganador de un concurso literario. Era el capítulo llamado Con sus hermosos labios hinchados de pasta base, un título que inevitablemente me invitaba a leerlo. Me sorprendí. Era fresco. Me asombraba que eso fuera escrito por un periodista. El narrador era enigmático. Como un flaite lanzao al máximo, pero con conciencia social, medio anarco, que habitaba la zona cero de Valpo, alguien que sobrevivió la explosión de la calle Serrano y sabe quiénes la provocaron. Cuando leí la novela completa me di cuenta que ese narrador sin nombre es en cierta medida un stalker que nos pasea por la interzona. Alguien escapado de Naked Lunch. Un chamán en potencia de la pasta base, los paraguas y el vino tinto. Una persona de plaza Echuarren, donde están nuestros más auténticos espectros, nuestros amados viejos curaos. La plaza donde de vez en cuando se aparece el chivato o la PDI supervisando que todo el circuito turbio funcione. Narrador merodeador que se pasea por todos los lugares de Valparaíso y que reconoce toda la diversidad, a la que le ha sacado el rollo. Seguramente tiene estudios inconclusos en la universidad y sin duda había leído muchos libros.

Los otros dos personajes que aparecen también son de la misma familia. El Pulpo y la madre, dos cabros que seguramente hemos visto carreteando por ahí, muertos, tirados en la plaza o afuera del supermercado, pasados a vino y a pichí. Un loco que las agarra todas y una chica medio adolescente que quedó preñada de quién sabe quién. Son espectros, vienen de algo que se parece a Montedónico o Puertas Negras pero potenciado. Unos personajes que no me son del todo agradables. Lo más seguro es que si carreteara con ellos me avisparía y libraría apenas pudiera. Gente de Valpore, el cerro subterráneo del Patrimonio.

Me llama la atención el vínculo entre Valpore y Don Guillermo, aquella novela de Lastarria que transcurre también en Valparaíso, donde el protagonista, Guillermo Livingstone, es raptado por el chivato y conducido y encerrado en el país de El Espelunco, bajo la ciudad. Es un gesto compulsivo eso de mostrar la ciudad que no se ve, ese puerto que esconden los medios oficiales y que como buena medida lo descubre la literatura, como lo hizo Lastarria o Pezoa Véliz, como lo está haciendo ahora Gaete.

Los demás personajes que aparecen son igualmente reconocibles en cualquier ciudad: punkies, neonazis, conspiradores misteriosos, policías internacionales corruptas, pedófilos, putas, borrachos, travestis, gringas y gringos, unos franceses a los que les roban su hijita, mostros pasturris, gárgolas, mujeres estupendas que salen del mall, chicas maltratadas por sus padres sebosos y la guagua que es una caja de vino. La fauna típica del litoral pero con un buen toque de grotesco. Como el pulpo drogo que encumbra su carrera política o el doctor que logra clonar nuestras más miserables actitudes y reproducirlas en las calles como un castigo ejemplarizador.

II: Una ciudad en ruinas.

Después del terremoto quedó en evidencia la precariedad que sí es nuestro patrimonio. Como si el epicentro hubiera sido lo que el personaje Rastelli tenía escrito en la frente: Valpo te voy a hacer tira. La idea es mirar la ciudad así, y complacerse. Me pregunto cómo no iba a moverse un poquito la Tierra si elegimos un presidente de derecha. No aprendemos. La miseria de los reductos marginales seguirá creciendo y los mostros algún día tomarán el control de la ciudad. Llegará el tiempo en que excitados por la pasta base los nuevos zombis levantarán sus consignas sobre los escombros. Valparaíso Hardcore, Valpo Gore. Métale reguetón y villera, con alcalde de derecha y todas las autoridades de derecha, una ciudad en la que ya asentaron su feudito. Patrocinados por la tele, que es la verdadera y más eficaz droga, de la que emergerán los especímenes más atemorizantes.

Las casas apuntaladas con un árbol, los ascensores pendientes de un riel, el mercado puerto a puerta cerrada, el supermercado en la plaza de los borrachos, La Matriz ruinosa, los cabarets, la calle Brasil, el Laberinto del Minotauro, todos lugares comunes de un puerto de capitanía general que se parece mucho a la realidad, pero que están ahí al ladito en la ficción como lugares poco comunes. Valpore ha dado que hablar y todos han advertido lo mismo, lo que se presenta es el reverso de la postal patrimonial.

Unos lugares comunes que están siendo observados por las cámaras de seguridad que han sido sistemáticamente instaladas en nuestras calles, por los ojos atentos de las autoridades. Una ciudad en la que es difícil identificar a los verdaderos mostros que aparecen en medio de la niebla aparente, cargando mochilas con millones de pesos. Llegarán indefectiblemente a Valpore, por cualquier camino, y serán reducidos a su propia ruina. Ojalá. O llegará un piquete de las fuerzas especiales de los Sea Harrier y nos sacará la mierda.

III: Qué importa que todo esté en llamas.

Cuando leí el final de Valpore me acordé del final de La senda del perdedor, la novela que más me gusta de Bukowski. Ese donde Henri pierde una pelea de video juegos con un jovencito. Me quedé con esa misma sensación de derrota aceptada, de destino cumplido. Cómo va a cambiar el destino de una ciudad o de un país un pobre angustiao. Ni con los grandes ladrillos de paraguayo ni con los papelillos de pasta ni con esa coca pateá con bicarbonato ni con diez mil cañas de vino se puede cambiar el destino de nuestras vidas, dominados por las cúpulas de los poderosos políticos y su dinero.

Tomemos Cariben, fumemos lo que sea, un pope, cualquiera cosa. Subamos a la micro a ninguna parte, cerremos el diario y durmamos, como el protagonista de esta novela. O mejor no, salvémonos de esos miserables escribiendo sobre la importancia de derrocarlos, de quitarles sus canales de tele, de hackear sus cuentas bancarias y dejarlos en cero. Qué otra cosa que escribir podemos hacer si no nos da el cuero para manejar un auto bomba en contra del congreso. Podemos calmados ir al Roma y tomar unas pílsen.

Para más información acerca de VALPORE visiten http://www.liricaurbana.blogspot.com/